La mayoría de la gente piensa que a las mujeres nos gusta ir de comprar: mecccccccccccc!!! craso error!!!seré la excepción, pero no me gusta. Y tengo mis razones lógicas.
La principal, es que en muchas de las ocasiones, digamos que no dispongo de una economía que me permita comprar lo primero que me guste. La segunda razón, es quizás la más importante. Cuando voy buscando algo, siempre aparece el capullo de Murphy y su ley; esto es, nunca encontraras nada de lo que busques, por el mero hecho de que lo necesitas...
La tercera razón, es la cantidad de gente que hay siempre en todas las tiendas. Menos mal que la economía está hecha polvo, que si no...
Y aún me queda otra razón más: los probadores: esos malditos cubículos que no hay nadie que entienda por qué carajo no le echan 15 cm más de tela a las cortinillas que se suponen que evitan que seas vista por las demás marujas que te rodean, pero que, en lugar de eso, te obligan a la siguiente situación:
Tú, con los pantalones por los tobillos, los calcetines más horteras que tenías, porque no pensabas probarte nada; una mano sujetando uno de los lados de la cortina, y la otra, intentando sacarte la camiseta. Cuando ya has conseguido medio despelotarte, pierdes el equilibrio y te pegas el golpetazo con una de las paredes, con lo cual, haces que todo se mueva, la ropa que tenías colgada en las miniperchas se te cae al suelo, las gafas de sol, que se hallaban en tu cabeza se te caen también, te agarras a la cortina, y al final, toda la tienda te ve el culo.
Menos mal, que estas situaciones no se repiten muy a menudo. Como mucho, una vez al mes. Lo malo es cuando no te queda más remedio que buscar algo para una boda, y se ve, que basta que necesites algo más arregladito, para que esa temporada solo se lleven colores chillones y estampados horteras. Gracias a que soy una chica con recursos y mucha imaginación, después de recorrerme 10 tiendas, he dado exactamente con lo que quería, eso si, lo tendré que confeccionar.
Ya os pasaré el diseño.
