lunes, 20 de abril de 2009

Capítulo 54: Pro -K

Hoy es el día de mi declaración de fanatismo hacia K. Muchos de vosotros no sabeis quién es a no ser que sigais también su blog.

K es una de mis mejores amigas en Madrid, y desde hoy y como bien os decía al principio, me declaro fan.

La razón, os cuento ahora:

Desde hacía un tiempecito no nos juntábamos y hoy después de la jornada de trabajo, nos hemos visto. Además de por el tiempo que hacía desde la última quedada, quería que me contara que tal su viaje y todas esas cosas de las que las chicas hablamos y que últimamente nos están pasando.

Pues bien, dirección Tribunal, ella iba diciéndome lo estupenda que era su cartera Louis Putón, 100% imitación, comprada en la misma Roma Capital y lo alucinada de todas las tiendas y puestos que vió con esos tipos de productos.

Y de pronto, voltea su mochilita, busca, mira y con toda la calma del mundo, me suelta: acabo de ser víctima de un delito de apropiación ilegal, por la espalda, con premeditación y alevosía. Me ha extrañado que el presunto caco(todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia mientras no se demuestre lo contrario) se subiera en la anterior y se bajara en esta. Oh, Dior mío, que poca vida le he dado a mi cartera!

A lo que yo, aluflipada por su tranquilidad, y dado que soy capaz de decir las preguntas más absurdas en momentos críticos, le he soltado, también con la máxima calma, fruto de la genética pachorra de mi madre: hija mía, como diría mi abuela, más se perdió en la guerra; llevabas la ikurriña?

Y así, sin cartera, y lo más sensata del mundo, cuando cualquiera, véase yo misma, se hubiera puesto a llorar, K y yo hemos continuado la tarde pensando, y no por ser malas, que ojalá reviente como el lagarto de la Magdalena el susodicho, presuntamente ladrón.