En concreto, ni siquiera he planeado de que iba a ir este post. Pero llevo días pensando en voz baja, miles de ideas que rondan por mi cabeza.
Y es que me subí a la noria hace unos meses, y subo, y bajo, y subo, y bajo....y cuando subo, hay vistas geniales, y todo me encanta, y vuelvo a ser la de siempre, riendo, haciendo bromas, bailando sola...pero cuando bajo, ay! cuando bajo me dan ganas de salir corriendo, donde nadie me conozca, dónde no haya ni metro que me obligue a reflexionar sobre falanges, razas, vestimentas y manías.
Cuando baja, quiero tirarme de cabeza antes de que pare, y que el señor de los tickets me pierda de vista.
No se si me sigues, supongo que no, ya que se por varios lectores a los que les gustaría que fuera un poco más explícita. Pero yo soy así. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Algún día, próximamente, desarrollaré ese tema de "falanges" que corroboro con cierta asiduidad. De momento, me escapo la semana que viene a volver a tirar los problemas al mar. Definitivamente, creo que me voy a hacer marinera, pues es sólo cuando me hallo ante tal inmensidad, cuando consigo estabilizarme, y parar este "cacharrito" arriba del todo, donde se divisan las estrellas, donde da la brisa, donde se respira el aire más puro, y donde un beso sabe aún mejor.