sábado, 29 de noviembre de 2008

Capítulo 32: Raro raro

[...] Así estaba yo. Después de haber pasado la noche más atípica de mi vida, me levanté totalmente confundida. No sabía si lo que me había pasado había sido un sueño o había sido real.Nunca pensé que un consejo objetivo pudiera afectar tanto a una persona hasta el momento desconocida para mí, como para hacerle cambiar el punto de vista sobre su vida, a la par que me lo aplicaba a mí misma. 
El caso es que subida a los botines como cada mañana, con mis pantys tupidos y mi vestimenta de persona seria me dirigí hacia el metro. Situación totalmente rara. Totalmente absurda.
Quién sino yo, podía llevar un disfraz de pirata un 28 de noviembre en la misma bolsa del tupper. Después de lo que había visto la noche anterior, y teniendo en cuenta que me dirigía a una entrevista de trabajo, se dieron un cúmulo de circunstancias que me hacían empezar el día con una sonrisa estúpida en la cara. La situación, no podía empeorarse. O sí.
Tras la entrevista tuve una reunión de personal. Si aún había hueco para meter el dedo en la llaga, lo consiguieron introducir bastante bien.Después de casi un año en mi puesto físico de trabajo, y tratándonos como si fueramos escolares, nos separaron a cada uno a una punta de la oficina. Según los supervisores, por "estrategia laboral". JA!.
Así que de mudanza por la tarde. Pero no contenta con tener el humor en el sótano, todavía podía hundirme más. No sabía que podía ser tan pelota con las llamadas para obtener los mejores resultados de tiempo y de respuestas con el trabajo que me tocó hacer. Y sí, lo hice.Me rebajé un tanto más.

Menos mal que el día terminó con unas cañas y cena entre amigos, lo más reconfortante para pasar página de golpe, aunque éstos se marcharan hoy al Caribe de vacaciones[...]