sábado, 22 de agosto de 2009

Capítulo 78: Sobre la cebolla y el egoísmo

Siempre me he preguntado dos cosas en mi vida, que para mi, tienen bastante importancia:

¿Por qué todas las comidas, o cerca del 83% llevan cebolla? ¿Tanto stock de cebolla hay en el mundo? ¿Tan poco cuesta cultivarla que hay que gastarla sí o sí?¿Por qué las empanadillas de la Cocinera llevan más de este ingrediente que hojaldre? ¿Nadie ha pensado en la gente que nos da grima? (En realidad, son varias preguntas lo se, pero enfocado al mismo tema)

Y la segunda gran pregunta, es: ¿por qué dejamos escapar lo que más nos beneficia?

Para la primera, no tengo respuestas, imagino solamente que es cuestión de cultura, y a mi me ha tocado el país cebollero.

Para la segunda, creo que después de ver, conocer, escuchar y convivir con distintos tipos de personas, se puede resumir en una palabra: Egoísmo.

Directa, o indirectamente somos egoistas. Todos, unos más, otros menos, unos siempre y otros muy de vez en cuando. Pero todos vamos buscando lo mejor para nosotros, sin pensar si nosotros somos lo mejor para los que nos rodean.

Dejamos pasar a las personas que más nos demuestran su valía, su amor hacia nosotros, porque perdemos el interés cuando obtenemos algo tan facilmente.

Negamos sonrisas creyéndonos que quien la pueda recibir no la merece; Estamos demasiados ocupados para preguntarle al que está serio que si tiene algún problema y se quiere desahogar. Pero lo peor, es que cuando somos esas personas "serias" y ya nos han preguntado, negamos que nos pase algo, porque nuestra vida es demasiado importante para compartirla.
Nos gusta que nos miren, que sepan que hacemos, pero intentamos enmascararlo para que no sea tan evidente.
Por eso, dejamos caer frases sin ton ni son para llamar la atención, compartimos "estados" y fotos en redes sociales, y nos lamentamos públicamente cuando algo no ha salido como nos esperabamos.

El único consuelo que me queda es que para bien o para mal, somos todos iguales y nos necesitamos. Sálvese quién pueda.