jueves, 6 de noviembre de 2008

Capítulo 27: Falsas apariencias


FÁBULA XII-Libro primero-Félix María Samaniego

12. El leopardo y las monas  

No a pares, a docenas encontraba
Las Monas en Tetuán, cuando cazaba,
Un Leopardo; apenas lo veían,
A los árboles todas se subían,
Quedando del contrario tan seguras,
Que pudiera decir: No están maduras.
El cazador, astuto, se hace el muerto
Tan vivamente, que parece cierto.
Hasta las viejas Monas,
Alegres en el caso y juguetonas,
Empiezan a saltar; la más osada
Baja, arrímase al muerto de callada,
Mira, huele y aun tienta,
Y grita muy contenta:
«Llegad, que muerto está de todo punto,
Tanto, que empieza a oler el tal difunto.»
Bajan todas con bulla y algazara:
Ya le tocan la cara,
Ya le saltan encima,
Aquélla se le arrima,
Y haciendo mimos, a su lado queda;
Otra se finge muerta y lo remeda.
Mas luego que las siente fatigadas
De correr, de saltar y hacer monadas,
Levántase ligero,
Y más que nunca fiero,
Pilla, mata, devora, de manera
Que parecía la sangrienta fiera,
Cubriendo con los muertos la campaña,
Al Cid matando moros en España.

Con esta fábula de Samaniego comienzo hoy mi post. Breve, pero creo que bastante claro.
Viene a decir que no te fies de las apariencias. Sobre todo del que se gana tu confianza, porque sabe por dónde atacar 
de la peor de las maneras.
Odio a los cerdos con pinta de ovejitas, porque son los peores. Y no, para mi el refrán no es el "lobo" con pinta de oveja,
porque los lobos son malos; los cerdos, son cerdos, no tienen porqué ser malos, pero se comportan como tales.Casi
prefiero a las ovejas con piel de lobo.... al final son los mejores....y muy grandes personas.
Por eso, las apariencias nunca muestran la realidad.

El que tenga ojos, que lea...

Candelilla dixit.