sábado, 30 de mayo de 2009

Capítulo 60: Hormigas blancas

Madrid de día es un hormiguero de colores. De noche, está repleto de hormiguitas blancas, que transportan en su interior a personas como yo que tienen que volver a casa a deshoras.
En el camino desde Castellana a mi casa, miles de pensamientos me han revuelto la cabeza, hasta el punto de quitarme el sueño.

Y es que después de una semana ambigua, donde he estado trabajando en el sitio que no me correspondía, mientras el resto de mi equipo hacía sus labores,todo ha terminado con una fiesta comercial, alternando con unos y con otros, y claro que sí, olvidando los motivos y compartiendo risas con la gente que me hace más llevadero el trabajo.
Pero, han sido un par de comentarios los encargados de destrozarme la noche.
Necesarios para darme cuenta de lo equivocada que estoy, de lo ilusa que soy, y del daño que puede causar una palabra sin cálculos, y mucho alcohol en la sangre.

Quizás, indirectamente, y creo ser consciente de ello, yo también pueda hacer daño ahora. Pero la realidad, es que se que puedo confirmar mi teoría, cuando vuelvo a tener náuseas sin haber bebido nada, y cuando, a las 3.30 de la madrugada, dejo caer ante todos vosotros mis más íntimos secretos.

Y mañana, a seguir fingiendo que no me importa nada.