martes, 24 de febrero de 2009

Capítulo 44: Mi sino

Te escribo porque se que me lees, es de lo poco que lees a parte de lo de siempre.

Te escribo, poque se que querías ser algún día protagonista integro de mi historia. 

Te escribo, porque necesito desahogarme; yo ya no lloro, hace tiempo que no lo hago, mis lágrimas son las letras que ahora marco con mis dedos. Esos dedos que has besado antes de marchar.

Te escribo, a ti, mi amigo, para contarte que hace justo un año que me partieron el corazón, y desde entonces, antes de amar, me preparo para no sufrir.

Te escribo, mi confidente, para declararte que tu me has ayudado más que yo a ti. Necesitaba compensar el tiempo en el que no me he portado tan bien, haciendo algo por alguien. Acepta, asume, supera. Tenías razón, somos egoístas por naturaleza.

Te escribo a tí, mi amante, para decirte que las huellas que has dejado en mi piel no se borrarán nunca, que los besos que me has dado han marcado mi camino. Y los besos que no me darás, los besos que serán propiedad de otra persona, marcarán mi futuro.

Te escribo a tí, mi vida, mi vida breve, pero mía, aún sabiendo que me regañarás por declararte mi amor en público, para que sepas cuán importante eres para mí.

Te escribo mi rubio, para darte ánimos, para que le demuestres a la gente como eres de verdad, para que me hagas caso, y dejes fluir todo, y ya verás que las cosas vuelven a salir bien.

Te escribo a ti, mi sino, porque mi voz ya no te llegará de la misma forma que antes.

Nuestro verano, ha vuelto a terminar, pero la foto de tu sonrisa la tendré para siempre debajo de mi almohada.