jueves, 22 de octubre de 2009

Capítulo 88: Infinito

El cielo es azul intenso, está lleno de nubes blancas que dejan paso entre sí, formando una perspectiva relajante. Se aproxima lluvia, aunque parece que por la velocidad del viento, solo será un instante.
A veces me gustaría estar en lo alto, divisándolo todo con la cabeza gacha. Respirando el silencio, y saboreando el olor a nada. Solo algunos privilegiados pueden habitar en un trocito de nube, y pasear con garbo dejando un rastro tras de sí, para que los demás mortales podamos soñar con ser ellos.
Es difícil escapar de lo mundanal, de la rutina, pero es lo que hay. Al menos, en mi caso tengo la suerte de tener una rutina, y más suerte aún, la capacidad de escapar de ella cuando me place.

Estoy perdida en una melodía, me imagino saltando entre las notas de un pentagrama, porque lo único que ahora mismo tengo es la imaginación. Nadie me la podrá arrebatar nunca.
Cuento los días para poner en funcionamiento mi plan de cambiar el mundo, pero creo que es más fácil empezar por mi misma. Aunque a decir verdad, para saber que tengo que cambiar, debería empezar por saber que es lo que no está bien.

No se dónde estarás tú. No se dónde querrás estar, ni si querrás estar conmigo. Pero se que aún no estás cerca, por mucho que el viento te mueva rápido, por muy veloz que sea tu nube, o muy linda que sea tu melodía. Por ahora, sigues



en mi infinito.