jueves, 31 de diciembre de 2009

Capítulo 100: Inventario

Último día del año. Son las 9.30 de la mañana, y camino a Jaén de nuevo, propongo hacer lo más brevemente posible un inventario de lo que ha sido éste. Un año, que por fin acaba.
Si echamos la vista a los primeros post del año, eran una mezcla de "dolor", amor y algunas cosas irrelevantes.

Pues este año, termina con las siguientes actividades/cosas en mi haber:

- He tenido tres nacimientos importantes, dos sobrinos de sangre, y uno putativo que vino al mundo hace una semana apenas.

-Una muerte, no cercana, pero si triste

-Un par de mudanzas, lo se, ¿cómo me las he apañado?, pero si me conocéis bien, sabéis como acabó la primera, y en que condiciones vivía en la segunda.

-He viajado mucho, tanto, que creo que asusta la cantidad de sitios donde he estado este año: comenzando por los nacionales, Valladolid, Zaragoza, Ciudad Real, Málaga, El Puerto, Barcelona, Ibiza, Ávila, Segovia, Granada, por no nombrar la cantidad de poblaciones que me he recorrido por motivos laborales.
Si os cuento los internacionales, da un poco de miedito más: Escocia (Edimburgo, Glasgow, Inverness, Island Sky, Sant Andrews...entre otras ciudades); Aruba, Isla Margarita, Curaçao, Grenada, Santa Lucía(x2), Barbados; Helsinki, San Petersburgo, Tallin, Estocolmo, Gdynia, Copenhague; Marsella, Niza, Córcega, Avignon; Santo Domingo, Martinica, Guadalupe, Sant Maarten y Tórtola.

En total, creo que me he recorrido alrededor de 8000 km sólo por placer. Y obviaré los kilómetros que me hago a lo largo del día andando.

-Me he comprado unos 13 pares de zapatos, un vicio tonto como otro cualquiera.

-He conocido alrededor de unas 1000 personas, y sin exagerar. Eso sí, me quedo con muy poquitas importantes en mi vida.

-He llorado mucho, pero he reido más aún.

-He apredido varias coreografías, he bailado alrededor de 9 días seguidos si sumamos todas las horas que lo he estado haciendo.

-He enviado un media de 3400 mails a lo largo de todo el año.

-He leido 7 libros, y he escuchado unas 800 horas de música

-He tenido varios amantes, pero me reservo los números...Eso sí, confieso, que me quedo con otras nacionalidades.

-He recuperado a alguien que fue mi amigo, y he perdido a otros cuya amistad se veía efímera desde el principio, pero he ganado más de los que he perdido, y de los que considero que no serán para 3 meses.

En definitiva, he vivido mucho, intensamente, con pasión, con ganas, pese a que no ha sido un año fácil para nadie, y ha estado lleno de altibajos, nunca olvidaré el año al que bautizaré como el de los "Descubrimientos". Lo he vivido, a mi manera.

Feliz 2010.
Son las 10.06

*Aquí se acaba la primera parte de este blog, de este diario de a bordo. Continuará.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Capítulo 99: Conversaciones andaluzas- manchegas

-Hermooooosa! Feliz Navidad

*Que pasa primor! igualmente, Feliz Navidad!

-Que estás en el pueblo?

* Aquí me he venío a'que mi mama, a pasar las Pascuas

-Eso está bien, ten cuidao con las comidas caseras que luego se nota que has pasao por alli..

*Ea, ya.. Y tú que? por la mancha manchega? hace rasca por tu tierra?

-Ahí vamos,ayer tos junticos, que bien lo pasemos, como disfrutemos... pero eso sí, hace más frío que haciendo corchetes....Y lo demás como vas moza? has encontrao ya marchante?

* Qué va, el último me salió rana!y mía que ya me lo decían, que no es de fiá, que es más malo que arrancao, que te va a decir cuatro ñoñerías y te vangatusáaaaaaa....

-Amos no me jodas!bueno, tu no te preocupes 'ja mía, que hay más tíos que gotellines, asín que tu tía pa'lante que ya encontrarás a alguien que valga la pena.

*Pos eso digo yo, no te creas tu que me preocupa demasiao eso ahora. Además tu ya sabes que a mi me gusta lucirme, y que más sufre el que ve que el que enseña, así que él se lo pierde.

-Si hija mía, ay que ver, lo que tiene que sufrir una madre soltera como yo, na más que pendiente de tos! Ya sabes , que no me entere yo que alguien te trata mal, que le asusamos a mi cuadrilla, una paliza y no se entera nadie...

* Si es que lo peor es que era más flojo que un muelle guita, y así no se puede hacer na. Además, el que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas...

-Pos eso, tú, a echá la mirá pa otro lao, y cuando encuentres un mozo con el que vayas a hablar, que venga a pedirme el paso, que aquí yo tengo que darle el visto bueno, y que no sea un pavisoso, y buena gente. Lo demás ya lo apañaremos.

*Tu no te preocupes que serás el primero en saber si alguien me tienta. Bueno primor, que ya vamos cascando, que me reclaman! nos vamos viendo con losojos!

-Pos eso hermosa, que sigan bien las fiestas. Con Dios!




**Probablemente, no lo entendáis, pero, se lo debía, por tanto aguante.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Capítulo 98: Me borre a mí

Sabes mejor que nadie, que me fallaste, que lo que prometiste se te olvidó;
sabes a ciencia cierta que me engañaste, aunque nadie te amara igual que yo.
Llena estoy de razones para despreciarte, y sin embargo quiero que seas feliz.
Y allá, en el otro mundo, en vez de infierno encuentres gloria, y que una nube de tu memoria me borre a mí.
Dile al que te pregunte, que no te quise. Dile que te engañaba, que fui lo peor.
Échame a mi la culpa, de lo que pase, cúbrete tú las espaldas, con mi dolor. Y allá, en el otro mundo, en vez de infierno, encuentres gloria, y que una nube de tu memoria me borre a mí.



Creo que no he podido encontrar mejor canción para dar por finiquitado este tema. Viniendo en el taxi, después de la cena de empresa, estaba sonando en la radio. Siempre me ha gustado y me ha recordado a muchas situaciones, pero creo que es la banda sonora perfecta para este final.
Porque, ya no hay vuelta de hoja. Esta vez, era de verdad. Aún no entiendo la razón, pero por una vez, el Rubio, no me ha mentido.
Y aunque todo pase, pensar que hace un año eran mis labios los que besaba, y no los que ha vuelto a besar esta noche, máxime si lo presencio con mis propios ojos, duele.
Pero no es un dolor de Oh! me acabas de partir el corazón!. Es un dolor de ahora si te he perdido para siempre, y no entiendo nada.

Pues eso, no tengo razones para seguir queriéndote, porque no hay motivos que las provoque. Y porque estoy harta de hacerlo a escondidas. Y como dijo Albert Hammond en su día, llena estoy de razones, pa' despreciarte, y sin embargo, quiero que seas feliz.
Que te vaya bien. Feliz Navidad.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Capítulo 97: Domingos

Tarde de domingo. Normalmente los domingos suelen ser aburridos, bien porque hay pocos planes, bien porque los que hay son malos, o bien porque aún tienes la caraja encima consecuencia de las noches locas que te pegas los sábados (o que intentas que sean así).
Pero a mí los domingos me gustan, aunque me estrese mucho, porque todo lo dejo para este día, y claro, cuando me llaman para tomar un cafelito por la Latina, lo aparco todo, y luego me encuentro a las 1 de la mañana haciendo trabajos para el curro o las faenas de mari.

El hecho de salir de casa y tener una conversación fluida con un buen amigo, anima bastante y te hace tomar fuerzas para empezar la semana con buen pie.
Pero sin duda, los regresos a casa en metro, este día y después de dos vinitos, hace que pueda ser de lo más entretenido, ya que te puedes encontrar todo tipo de fauna. Es ahí donde te das cuenta como somos los españoles, gente cercana, muy cercana, que se la repampinfla todo, que le da igual contar su vida a todos los públicos, que viste como le da la gana y no tiene reparos en nada.
Por tanto, es normal que teencuentres situaciones como:

-Chica que sirve de apoyo a un señor, llámese X, porque el pobrecito tenía sueño. Ella, con cara asombrada, buscando la complicidad en mi mirada, y al final ha tenido que reírse por lo absurdo de la situación, haciendo uso de su educación sin soltarle un improperio justo.

-Señora que recibe una llamada y que, con voz alta, cuelga el teléfono no sin antes decir la estupenda frase de: "déjame en paz, guarra!"

-También puede darse, y con bastante frecuencia, que se te siente al lado el que comparte música con todo el mundo, pero, que le encanta solo una canción y la puede repetir en su reproductor algo así como cinco veces seguidas... Dan ganas de decirle, "hijo mío, yo te regalo del itunes las canciones que quieras, pero cambia ya esa!"

-Que se te siente al lado la típica chica que se cree que está divina de la muerte, con su look Pin -Up, sus mutones de encaje, su corsé azul eléctrico y su falda con vuelo a cuadros escoceses, que es para preguntarle: "oye mona, la fiesta de disfraces dónde es?"

Los domingos pueden ser divertidos, pero siempre que abandones tu pereza, te quites el pijama que te regalaron las últimas navidades, y salgas a respirar el aire de la calle. Eso sí, se te hará mucho más corto, pero podrás encontrar mil historias que contar, por ejemplo, en un post.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Capítulo 96: Vida

La vida viene, la vida se acaba, es cíclica, es buena, o es mala, llena de recuerdos, llena de alegrías, llena de pena y llantos, pero vida.
Tememos a la muerte, porque pensamos que nuestra vida termina en la tierra, y nos aterra no saber que va a pasar después, nos aterra pensar que vamos a perder todo lo que tenemos aquí, y nos entristece pensar que todo lo que hemos construido, se perderá en el olvido.
Asumimos una muerte paterna porque sabemos que es ley de vida, asumimos el adiós de las personas mayores, porque todo tiene su fin.
Pero cuando recibimos la noticia de que alguien, dos años mayor que tú, joven, muy joven, con muchas cosas por hacer, desaparece de pronto, sin esperarlo, de la noche a la mañana, el impacto es muy duro. Mucho.
Aunque el vínculo no fuera demasiado, el conocimiento y la cercanía era plena.
Duele pensar, que alguien así desaparezca, y que cabrones que joden al mundo sigan vivos.
Duele mucho pensar en el sufrimiento que le quedará a esa familia de por vida, que en parte, es mi familia también, porque el recuerdo de él será inmortal.
Duele pensar que esos médicos no fueran capaces de detectar que su herida no estaba curada, y que su salto accidental, le haya llevado a descansar eternamente.
Duele, el recuerdo de ser el primer amor platónico, el primer amigo del pueblo, el pensar que hubiera pasado si la elección hubiera sido distinta.
Aunque por mis creencias asuma la muerte como parte de la vida, la pena que esta noticia me ha podido causar, es realmente fuerte.
Por él, por su familia, por la mía, y por tantas personas que tendrían que haber vivido más.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Capítulo 95: Sobre cómo vine al mundo

Hacía frío. No lo se con seguridad, pero el día de mi cumpleaños siempre ha hecho frío. Así que el 22 de noviembre del 85, probablemente con una media de 14 grados, y el cielo soleado, decidí plantarme en el mundo. No me tocaba, al menos, según las cuentas de mi madre, aunque estaba prevista para esos días, aquella mañana fue al hospital por una simple revisión rutinaria. Después de cuatro hijos anteriores, lo mío era pan comido.
Pero decidí aparecer, como siempre, discreta, intentando no molestar, tanto fue así, que el parto se produjo la noche de antes sin avisar, así que cuando miraron aquello, mi mami tuvo que ir directa a altos riesgos. Y me presenté. Lo primero que hice fue arte. Sí, sí, lloré. Al fin y al cabo, es también una forma de expresión, no?pues eso, arte.
No muy sana del todo, pasé unos días metida en lo que sería lo equivalente para un pollo en la sección de refrigerados, es decir, en una incubadora, pero recibiendo calor para volverme rosita en vez de amarilla, culpa del líquido que tragué (no rompí aguas, me las bebí).
Era pelona, con los ojos rajados y la nariz pequeñita, chata, es decir, era muy fea cuando nací (mi madre dice que no...pero ya se sabe)
Así que, a las seis de la tarde de aquel día, marqué el comienzo de una larga etapa de la vida. Mi Vida.
No creo en las videncias ni en el tarot ni nada de eso, pero ese día, y por la rotativa de los años astrales y los horóscopos, resulta que me tocó ser mitad escorpiona, mitad sagitario. De ahí, lo rara que puedo ser a veces.

Aprendí a andar al año y medio más o menos. Justo cuando mis padres hicieron la reforma en casa y me fui a vivir con mi abuela al pueblo, donde la vecina, presumía de mí por lo buena que era, y porque cuando me decía: "como está la plaza???" yo hacía el gesto con la mano de "abarrotada".
Dije papá también de pronto, y sin que nadie se lo esperara. Pero no aprendí a hablar hasta pasados los cuatro años. Confundía las consonantes sordas con las sonoras y fricativas, cuando tenía que decir Jaén, decía Kaén, Jirafa por Kilapa...Hasta el punto, que la maestra, Doña Mari Carmen, le dijo a mi madre que me enseñaba a hablar o ella no hacía nada conmigo.
Era muy sensible de pequeña, ahora también pero lo disimulo más. Pero el hecho de ser la "primera" después de siete años de mi cuarto hermano, influía bastante.
Recuerdo como mi hermanito vino al mundo tres años después que yo, y que me preguntaron que si me gustaba, y con voz compungida y por compromiso, dije que sí (pero en realidad, me costó trabajo quererlo, porque me quitaron el chupete para que no tuviera problemas por su culpa, me tiraba del pelo y me mordía cada vez que me acercaba). Pero lo que aún no entiendo es porqué no le quisieron poner el nombre que yo dije: Pacocobo. Su razón, fue que ya había un hermano que se llamaba Paco..
Recuerdo los berrinches que me hacían pasar mis hermanos, y mis arranques sentimentales en el pasillo llorando, cuya frase por excelencia era: nadie me quiere, todos me pegáis. Hasta que mi madre venía a por mi, y me acurrucaba, y se me pasaba todo.
Recuerdo que desde siempre he odiado la cebolla, el ajo y el pimiento. Que era capaz de comerme un plato entero de jamón y que me encantaba el sabor del vinagre y de los limones.
También tengo grabada en la retina la imagen del día que mi primo me contó que los Reyes Magos eran los padres, como se me cayeron los dientes y el día que conocí a Marisa. El primer día del cole, y las veces que mi tía me recogía y me llevaba chuches, o fresas. El Micho, los zapatos morados de la seño de 1º y cuando mi vecino Simón me llamaba comer comer almejas al vapor.

Mis inviernos eran en casa, haciendo los deberes de Doña Inmaculada (buscar seis palabras en el diccionario, hacer seis frases y copiar un trozo de texto del libro) y mis veranos eran en Rus, tres meses a cargo de mi abuela Antonia, posiblemente una de las grandes influencias en mi infancia.

Era una niña muy tímida , callada y con mucha imaginación, la cual plasmaba siempre dibujando, o construyendo cosas. Obediente, me daba vergüenza que me tuvieran que regañar.Se me daba genial el colegio, y una de mis grandes aficiones, la lectura, me vino cuando veía a papá devorar libros. La otra, la costura, me vino al ver la habilidad de mamá haciéndonos trajes únicos.

Iba creciendo en un entorno maduro, pues la diferencia de edad con mis hermanos, me hacía aprender cosas por encima de lo que me correspondía. Pero sobre todo, vivir con cinco fieras más te hacía apreciar y aprender a conservar y compartir las cosas que con mil esfuerzos, mis padres nos iban consiguiendo.


miércoles, 2 de diciembre de 2009

Capítulo 94: Kilómetros

Y aquí me hallo. Metida en la taberna "La Viña E", refugiándome del frío y de la lluvia que hace en Alcázar de San Juan.
En ruta por las poblaciones manchegas, como otras veces, pueden ocurrir situaciones llamativas. Sería lo mejor. Pero esta vez no. Todo, absolutamente todo, está normal.
Mal tiempo, sí, como en toda España. Lo mejor, las carreteras vacías, idóneo para superar mi temor a la conducción, que poco a poco desaparece. Se acaba cuando he llegado a Madrid y estoy dispuesta a más.
La gente aquí me mira raro. Bueno, yo también lo haría si hay una forastera tecleando en mitad de la cafetería un mini portátil rosita, que parece de juguete.
Ayer estuve en el mismo hotel que hace seis meses, pero para mi tranquilidad, no me encontré con el camarero. No hubiera sabido que decirle, imagino que nos hubiéramos reído por lo absurdo de la situación.
Al otro lado del teléfono, Superhanna dando ánimos y el superintendente cantándome canciones como la de "precaución amigo conductor".
Ya se ha enfriado el café, y parece que puede ser momento de que recoja bártulos y me dirija a la agencia objetivo. El coche, en el otro lado del pueblo, no importa, las calles ya son de seda acostumbrada a andar tanto.
Dentro de pocas horas, por fin en el piso. Y dentro de un par de días, por fin, en mi casa.