martes, 23 de noviembre de 2010

XXI: 25

Veinticinco. Veinticinco años ya, edad de plata, ¿tal vez?
Un año ha pasado ya desde que cumpliera los veinticuatro. Y parece que fue ayer. Bueno, que no, que ayer fueron veinticinco... ¡Ay! si es que me cuesta trabajo asumirlo. A mi edad, mi madre ya tenía dos hijos. A mi edad, Nadal tiene más dinero del que conseguiré yo nunca. Pero bueno, mejor cumplirlos a no contarlo.
Realmente no me preocupa los años que cumpla. Me preocupa estancarme y no seguir evolucionando. Me preocupa no saber que va a pasar dentro de un par de años más. Y me preocupa que los de mi alrededor también se van haciendo mayores.
Llevaba mucho tiempo sin escribir, realmente, no he tenido tiempo material.
La última vez que lo hice, visitaba Ciudad Real, y entre ese día y hoy, he estado en Punta Cana, en Egipto, en Israel, Chipre, Turquía, Grecia, y en Galicia.
Al primer destino, me fui a descansar y tomar el Sol, y me encontré con mi SOL, causante pues de que visitará el resto de países y Galicia tan solo un mes después. Y tan sólo unos días después que toda mi vida decidiera cambiar, que me volviera ambiciosa, y que quiera conseguir algo que me afecta tanto a lo laboral como a lo personal.

Decidí que quería seguir adelante con todo, con él. Y pese a que quedan migas en el camino, no me agacharé a recogerlas, pues no tendré que regresar a aquel punto de origen, que tanto marcó una etapa. La segunda etapa de mi tercer año en Madrid, suceso que también ha ocurrido en este tiempo sin escritura.
El caso que ahora que analizo esos tres años, me doy cuenta de que he tenido tres etapas: la etapa del descubrimiento o la musical, la etapa del quiero y no puedo, o la del Rubio, y por último, la etapa de viajes o la de que vivan mis amigas.

Ahora comienzo mi nueva etapa, aún no puedo bautizarla, pues es muy nueva. Comienza con mis veinticinco castañas, comienza con mucho ánimo por conseguir algo mejor, comienza luchando y dándolo todo. Como siempre. Como nunca.

martes, 31 de agosto de 2010

XX: El paseo de los amantes

Bajo el manto de la Orden de Calatrava, situado en el corazón de Ciudad Real, y tras el nombre de Almagro, se halla esta villa, empedrada, de calles sinuosas, y enormes casas blancas teñidas de azul en puertas y zócalos, como si aún de un pueblo árabe se tratara. Contrasta esta imagen con sus palacios e iglesias rojas, o almagras, de ahí su nombre.
La primera vez que pisé esta tierra, me envolvió cálidamente, pese a hacer un día lluvioso y frío.
Había dispuesto a ir ahí por las historias que había escuchado, por la escenografía aún montada, de lo que un día tuvo que ser un corral lleno de vida.

Pero el guión de la visita no anunciaba nada alegre, ni siquiera buenas noticias. Yo ya sabía cual sería el final. Un cambio radical a mi vida.
Aún así, cinco años de relación merecían un último suspiro. Contaba las piedras del suelo mientras caminaba, y miraba las nubes del cielo sentada en uno de sus bancos. Me ilusionaron las ovejitas de algodón que había en cada uno de los comercios, así como la cestería y los encajes. Y mientras degusté unas migas, tan pesadas y ricas como siempre, caí en la cuenta de que no me podía engañar, ni mucho menos, seguir engañando al pobre infeliz, que en aras de mantenerme a su lado, lo intentó todo los últimos días.

Paseábamos por la Iglesia de San Francisco, por la calle de la Feria, por el Corral de Comedias, hasta llegar casi a las afueras, rodeando con cada paso cada uno de los días que habían marcado esos años juntos, y que recordábamos, o más bien recordaba para intentar motivar de nuevo mi amor.
Pero ya había partido. Ya no quedaba nada, y empecé a dudar si alguna vez lo hubo, pues, aunque las comparaciones son odiosas, nunca sentí nada tan intenso como años después.

Nos recogimos en el hotel, posada tranquila y de gran belleza que invitaba más bien a todo lo contrario de lo que era mi intención. Realmente, encontré en este sitio mi descanso y mi paz interna, pese a sentir el murmullo de una voz muda que me suplicaba un último abrazo. La decisión ya estaba tomada. Las conveniencias eran claras, así, que, me dejé llevar, por el sueño, por los sueños, por los años, y por el cariño que entonces sentía.
Fue la última vez que me sentí amante. Fue la última vez que paseábamos.

Ahora, después de varios años, cada cierto tiempo vuelvo a pisar sus calles que me invaden de recuerdos. Creo que uno de mis sitios favoritos de España, y no por ese cúmulo de imágenes que evocan mi pasado, sino, porque ahí fue donde tomé una de las decisiones más importantes de mi vida. Mi transición a mi propio mundo, que comencé a crear bajo mi responsabilidad.
Espero, poder volver a pasear alguna vez más, con el que sea mi auténtico amante, y escribir junto a él uno de los teatros de amor para representar en este estupendo escenario: Almagro.

miércoles, 18 de agosto de 2010

XIX: La estrella

Siempre he sido muy lunática, me ha influenciado mucho el cambio Lunar, y me fascina mirar el cielo raso y contar las estrellas. Y siempre he creído que una de ellas velaba por mí. Porque, ya he hablado otras veces de ello, considero que en mi vida la "buena suerte" me sonríe. Y soy pro vida, y optimista, y considero que estar aquí es un mero trámite para Vivir definitivamente.
Hay ocasiones, en las que me he topado con gente apesadumbrada, que ve la muerte como una escapatoria, sin querer afrontar la vida. Cuando algo es negativo en ese tránsito, lo encuentro comprensible. Claro ejemplo familiar, una persona que lleva desde los treinta años enferma, que hace quince le aseguraban que no viviría más de diez días, y que cada dos por tres, ve a Joe Black aparecerse, y que pese a todo, tiene ochenta y dos años.
Cuando tienes una vida por delante, llena de comodidades, con una salud de hierro, y un camino por hacer, me parece un insulto a la vida querer morirse. Me parece una falta de respeto a todas aquellas personas que tienen una fecha de caducidad asegurada, que no han tenido más oportunidad de vivir que de una manera desastrosa, bien por su sociedad, bien por su enfermedad, bien por su entorno familiar.
Me parece egoísta y cobarde querer desaparecer, en vez de luchar por una vida digna. Ya no sólo la propia, sino la de la gente que te rodea, y que te ama.
Porque si de algo somos responsables, es de nuestra propia vida. Y no me vale esa falacia de "y si Dios me quiere, por qué sufro....". Al nacer te hizo libre, y tu eliges amar a una persona, desearle el bien, o herir un sentimiento una y otra vez. Así que no me vengas con historias.

Pero lo que realmente me asombra, es que una de esas estrellas se me presente en la tierra, en forma de humano, (en muy buena forma, por cierto) con una sinceridad nunca vista, con unos ojos que transmiten lo indecible. Y que pese a todo lo que le rodea, aporte tanta energía, tantas ganas de seguir luchando que da envidia. Y sobre todo, dan ganas de vivir con su ejemplo, y de conseguir las metas que un día se escriben en un papel, y de seguir respirando y caminar con la cabeza alta.
A veces, un mensaje, una visita mensual, una nota, es más que suficiente para conocer a una persona, a esa "buena estrella" que un día apareció por casualidad, y que lucharé porque brille siempre a mi lado, y porque me ayude a repartir esas ganas de vivir, a quién es sordo de corazón.

viernes, 13 de agosto de 2010

XVIII: Soñé

Soñé que me buscabas, soñé que sonreías de nerviosismo.
Aparecías sin previo aviso. Todo era muy bonito, aquel sitio, aquella decoración, con mucha clase. Había hasta un trono... guardaba aún el encanto del medievo.
Soñé que estabas escondido tras un pilar, aguardando. Y que yo entraba sin sospechar, con la sonrisa quieta, con el alma apagada.
Soñé que la gente te vio, te llamaba la atención, te hablaba. Y que yo, despistada de mí, sin rumbo alguno, sólo noté latir mi corazón más fuerte.
Pero te vi. Y no sabía que hacer, pues, tantas veces había pasado lo mismo, que supuse que sólo un saludo se cruzaría entre nosotros.
Y callé, y seguí caminando hasta mi sitio.
La enorme mesa que nos separaba, empezó a encoger, cuando tu semblante se volvió serio.
De pronto, algo empezó a arder, el soplo de una vela cayó sobre un mantel. Todos comenzaron a salir despavoridos de ese lugar.
Perpleja, parada, sin saber que hacer. Pero todo daba igual. Tus manos sujetaban las mías, fuertemente, tus brazos me rodeaban. Y de nuevo sentí tu olor. Tus latidos que golpeaban mi pecho.
Eras tu, estabas aquí, conmigo, tu fuerza era para mí. Y salimos de aquel sitio.
Y desperté.
Y no eran tus manos.
Ni había nadie conmigo.
Y no estabas.
Y no estás.
Y ya nunca vienes.
Ni nunca me sonries.
Pero yo sigo ardiendo por dentro.
Pero yo sigo soñando.



jueves, 29 de julio de 2010

XVII: Yo también quiero ser como la Lomana

Aunque parezca mentira, es una realidad que todas las mujeres hemos pensado alguna vez lo mismo. Bueno, muchas veces pensamos lo mismo, creo que va en los genes. Pero a lo que me refiero es a la frase: " a ver si encuentro un viejo que se muera pronto y me deje la fortuna".

Luego somos muy románticas, pensamos a menudo en nuestro príncipe azul y todas esas moñadas...pero, lo de lucir poderío sin costar trabajo, es una idea muy apetitosa.
Así que he decidido que quiero ser como esta mujer. Pero sin botox, que te deja tonta.

Y aunque la pobrecilla se quedó viuda y sin hijos, creo que llorar a bordo de un yate no duele tanto.
Es cierto que el dinero no da la felicidad, pero ayuda bastante.

Habrá que probar un día,¿no? le cambio mi vida por la suya, solo por probar como debe ser, levantarte en un casorron en pleno centro de Madrid, que la chica de servicio, te tenga preparado el desayuno, en el baño todo ordenado y limpio. Una estilista que te deje la ropa programada que te tienes que poner para que cuando el chofer te pase a buscar, tu ya estés preparada. Porque en Louis Putton te están esperando a las 12 de la mañana, para que elijas el bolso que vas a llevar en la fiesta que tienes esta noche en Ibiza, con otros tantos de tu estilo.
Todo eso, antes de comer en Horcher con la Hilton (que menuda se pone con dos copitas de vino). Porque el avión privado nos estará esperando en Barajas sobre las 6, y antes, he tenido que pasar "aque" Rupper para que me arregle los rizos.

La fiesta, me han dicho que es a las 22horas, así que cuando llegue al Hotel Mirador, me dará tiempo a ir al spa a que me den un masajito.....Es que de verdad, la agenda la tengo muy apretada!
Y luego, nada, a disfrutar con el baile, que ya me devolverán al hotel si yo no me entero de como llegar, y mañana, pues me ha dicho Cloony que me invita a comer ya que está aquí en España, así que no se que ponerme, tendré que ir por la mañana de compras, o mejor, decirle a mi personal assistent que me traiga la colección de V&L aquí al hotel, que no me apetece madrugar....

Mientras yo hago todo esto, la Lomana, tendrá que levantarse a las 7.30, lidiar con mi compañera de piso para usar el baño, sacar la leche del frigo, la del Eroski y una triste napolitana.
Entrar de nuevo a la habitación, abrir el armario y pensar que es lo que le toca ponerse para las visitas del día, sin pasar mucho calor, sin que sea incómodo, y que vista. Y que no lleve mucho escote. Y los zapatos a juego...
Coger la carpeta, los displays, los posters, el folleto, el abono transporte y la madre que me parió, y salir a la calle. Contestarle a la Puri, a la Choni, a la Jenny, a la cansina de turno que no tiene paciencia para esperar una documentación y a la otra que no tuvo luces para cobrar una venta... Todo esto, por supuesto con una sonrisa. Esperar, andar, contar lo mismo, andar, subir y bajar en el metro, andar, andar, andar...Buscar sombras.... Y a las 2 parar....volver a casa, prepararse la comida, que no hay ni ganas, ni mucha variedad....fregar.... preparar cosas y contestar las pendientes... y salir, de nuevo, sobre las 16.15, aprox, con la sienta, con el calorcín...y andar, y entrar, y esperar, y contestar, y repetir lo mismo otras 5 veces... así, hasta las 8 de la tarde.... LLegar a casa, llamar a la otra casa, preparar la cena, recoger la ropa....mirar el facebook, y sobar.Y hasta mañana, que será más de lo mismo. Todo ello, por algo menos de lo que ha costado ese bolso que yo me compré en LV.

Pero al menos, yo no estoy viuda.


martes, 27 de julio de 2010

XVI: Traumas

Siempre he tenido una rara sensación de presentimiento con mi muerte. Suena fuerte, eh?
No es tan duro como parece ni mucho menos, pero, y aunque no creo en la reencarnación, pues no es de mi religión, si pienso que algo tuvo que pasarme como para pensar así.
Y es que, no se por qué, pero siempre le he tenido mucho miedo a los coches. No montarme en ellos, pero desde niña, recuerdo ( y mis hermanos más y se mofan de ello) cómo cuando cruzábamos un paso de peatones yo indicaba a los vehículos que se pararan, haciéndoles un gesto con la mano de "stop".
Hoy en día, no hago eso. Pero, no se por qué cuando voy conduciendo tengo la sensación de que desapareceré de una forma trágica y joven....o a lo mejor no tan trágica, pero si en coche....Yo no quiero vivir 100 años y chochear desde los 60.Prefiero terminar con un final feliz.Son paranoias, lo se, pero no me da miedo pensarlo.
A lo único que le tengo miedo en esta vida son a las tormentas y al agua en cantidades industriales( y de eso si tengo trauma y el culpable de ello). Lo de morir, lo tengo tan asumido, que como dijo alguien sabiamente, " será lo último que haga".

jueves, 8 de julio de 2010

XV: La niña bonita

Nada tiene que ver el título con el desarrollo del post.
En concreto, ni siquiera he planeado de que iba a ir este post. Pero llevo días pensando en voz baja, miles de ideas que rondan por mi cabeza.
Y es que me subí a la noria hace unos meses, y subo, y bajo, y subo, y bajo....y cuando subo, hay vistas geniales, y todo me encanta, y vuelvo a ser la de siempre, riendo, haciendo bromas, bailando sola...pero cuando bajo, ay! cuando bajo me dan ganas de salir corriendo, donde nadie me conozca, dónde no haya ni metro que me obligue a reflexionar sobre falanges, razas, vestimentas y manías.
Cuando baja, quiero tirarme de cabeza antes de que pare, y que el señor de los tickets me pierda de vista.
No se si me sigues, supongo que no, ya que se por varios lectores a los que les gustaría que fuera un poco más explícita. Pero yo soy así. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Algún día, próximamente, desarrollaré ese tema de "falanges" que corroboro con cierta asiduidad. De momento, me escapo la semana que viene a volver a tirar los problemas al mar. Definitivamente, creo que me voy a hacer marinera, pues es sólo cuando me hallo ante tal inmensidad, cuando consigo estabilizarme, y parar este "cacharrito" arriba del todo, donde se divisan las estrellas, donde da la brisa, donde se respira el aire más puro, y donde un beso sabe aún mejor.



martes, 22 de junio de 2010

XIV: Tesoros

A veces, cuando nos han regalado algo que no esperábamos, sentimos tanta ilusión por ello, que nos asusta romperlo, nos da miedo que un día caiga al suelo y se parta, o que venga alguien con malas intenciones y nos lo quite.
Y lo que hacemos es esconderlo, lo guardamos, para protegerlo. Lo dejamos en el fondo del armario, allí donde están las sábanas de la cuna, y otros objetos que miramos de vez en cuando para recordar que fuimos inocentes y que necesitábamos que nos cuidaran.

Y entonces, eso tan bonito, eso que tanto nos gusta, se queda obsoleto, atrasado, hasta empieza a oler a viejo. Y para olvidarlo, lo vamos sustituyendo por baratijas que nos quitan las ganas de disfrutar de algo realmente bueno.

Pasa también, que de vez en cuando , hacemos limpieza, y sacamos todo eso del armario, sobre todo, con cambio de temporadas. Y nos lo encontramos. Eso que nos ilusionó tanto en su día, sigue intacto, pero ahora tiene otro color. Ya no sirve para lo que queríamos, pero aún así, nos encanta. Y probamos volver a utilizarlo, pero, pronto descubrimos que está pasado de moda, y aunque bonito, sí, necesitaremos estar al final de nuestras vidas, para darle todo el valor que en su día tuvo.

viernes, 4 de junio de 2010

XIII: Crash!

Sintió un crujido seco, un golpe que sonó a un boom, y de pronto, todo paró, todo se acabó. No supo distinguir si era el fin del mundo, si lo habían atropellado o si le habían pegado un tiro. Ahora que lo pensaba, la gente a su alrededor seguía paseando, y hablando tan normal. Y se tocaba toda la parte visceral y no sentía salir ni una gota de sangre.
¿Qué había sido ese ruido? Lo único que notó fue que su corazón hizo crash y empezó a palpitar más rápido.
Y como en un película rebobinada, comenzó a recuperar las imágenes que dos minutos antes había vivido.
Se había bajado de la moto, y en un intento de colocarse los pantalones correctamente, volcó su mochila del depósito. Ésta, cayó al suelo y su tarjetero salió disparado, se abrió y se esparcieron por la calle decenas de réplicas con su nombre.
Se agachó para empezar la ardua tarea de recogerlas y fue cuando una voz cálida y con acento del sur le llamó la atención para entregarle otro montón más.
Sus miradas se cruzaron. Ahora recordaba esos ojos. No eran negros, ni azules; pero tampoco eran castaños ni verdes. Tenían el mismo color que su cabello, el cual, ondulado, caía por los hombros tapando ligeramente su escote.
Lo mejor fue su dentadura: destacaban sus dientes correctamente colocados y le hacían tener una de las sonrisas más bonitas que nunca había visto.
Le dio las tarjetas, un hasta luego y se giró para emprender de nuevo su camino.
Entendió entonces de dónde venía ese crash. Y ahora, ¿que tendría que hacer?

lunes, 24 de mayo de 2010

XII: Aquí

No me escondo si te digo que te quiero. No me escondo cuando hablo de ti.
Mi amor es grande, y va creciendo día a día. Porque me has devuelto la sonrisa, porque me has devuelto la alegría y la fe en el amor.

Pero tienes que saber que he vivido. Y he conocido, al igual que tú. Y mi pasado ya no importa, porque quiero empezar de cero contigo. Y mi pasado, se quedó ahí, porque ahora quiero forjar un futuro contigo.

Puedo querer a otras personas, mi amor es grande, me han enseñado a servir al prójimo, a poner la otra mejilla, y a escuchar aunque me hayan hecho daño.
Mi corazón es grande en el sentido que caben muchos otros corazones. Pero también es posible, porque gracias al tuyo, late más fuerte, y siento que siendo feliz soy capaz de hacer felices a los demás.
Nada tiene que ver mi amor por ti, con el cariño hacia otros. No entiende de sexos, ni de sexo; no entiende de razas, ni de colores, ni de formas de vida, ni de culturas.

Mi motor eres tú, y mi sonrisa la generas tú. Y yo lo comparto, porque la felicidad hay que repartirla. Y algún día, pronto quizás, lo haremos juntos, dará igual el lugar, la época, o quién nos mire. Dará igual todo, sólo importará que estemos juntos.

Si no tengo amor, nada soy. El amor, disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor, no pasa nunca.

martes, 18 de mayo de 2010

XI: El último tango en Caribe

Resulta que hemos pasado un invierno demasiado mojado para mi gusto. Y resulta que llevaba seis meses sin vacaciones salvo los días de fiesta. Y resulta que tenía a tres buenos amigos dispuestos a acompañarme y disfrutar de una semana de crucero por México. Y también se da el caso, de que en el barco se encontraban personas que me apetecía ver.
Así que reuniendo todos estos resultas, Hanna, Lu, MiPseudoesposo, La Chacha Anita y las "señoras que acompañan a jóvenes en los cruceros", decidimos hacer las maletas y presentarnos en Cozumel un buen día de abril.

Es cuando pasas diez horas en un avión, que te das cuenta de lo lejos que está el país de destino. Pero, cada uno con su caso particular, el hecho es que hicimos lo posible por aliviar ese rato de avión. Y una vez embarcados, recorrer pasillos saludando a gente de otras veces como locos, en busca de... TI!!! perdón, no de ti, pronombre, sino de T.I, todo incluido, vaya.
Así que descubrimos lo que nos iba a enganchar gastronómicamente toda la semana: NACHOS CON GUACAMOLE!!!

A decir verdad, deseaba ese crucero por las siguientes razones: a) descansar; b) tomar el Sol; c) pasar de la gente que me come la cabeza en Madrid; d) bailar el Meme una vez al día; e) disfrutar con mis amigos; f) Ver a Bala.
Y lo conseguí. Todo excepto lo de descansar. A decir verdad, creo que para hacerlo tendría que tirarme una semana aislada metida en cama, debido a mi hiperactividad.

Me encantó Jamaica, con el agua de coco y la Señora bebiéndola y haciéndose amiga del rasta. Disfruté tumbada en la arena blanca de Cayman, inclusive, intentando hacer snorkel(me quedé en el paso de: ponte las gafas y muerde esto, y ahora mete la cabeza: puassssssjjjsjsjs!he tragado agua!!). Pasé calor como todo el mundo en Chichen Itza, muerta de sueño después de una noche de cabin party, un tanto peculiar. Sigo soñando con el bonito paisaje de Tulum, y me he aficionado a los Tequilas Sunrise que probé en Costa Maya.

Me he vuelto a juntar con más de mil fotos, participé en un taller de hipnosis y disfruté viendo como Jorge Astyaro dormía a mi pseudoesposo ante los ojos de más de 500 personas ( y como éste no terminó de despertar hasta que nos levantamos al día siguiente). Bailé, creo que todo lo bailable, pero sin duda hubo algo especial.
Después del ensayo "particular" que hicimos Hanna, Lu, Bala y yo, como escrito por un guión y sin haberlo preparado nunca, comenzó a sonar un tango. Reconozco que sólo se dos figuras de este fantástico baile, pero me dejé llevar, y como en una peli, mis amigos miraban mientras la música sonaba. Y ahí fue dónde volví a encontrar un corazón tan bueno con el de mi amigo. Porque, no es necesario verse siempre, ni llamarse todos los días, ni siquiera vivir en el mismo país para sentir que tienes a alguien que te apoya incondicionalmente, y que pese a lo que sienta, te dice claramente que quiere tu felicidad. Así que, fue el último tango en Caribe, el que me hizo apreciar cuanto vale una amistad de verdad.

Y de nuevo, gracias a mis hermanos adoptivos, por ser tan buenos conmigo, gracias a las "señoras q.a.j.c" por hacernos llorar de la risa durante las cenas, gracias a mis crew-chicos por ser tan divertidos, gracias a mi pseudoesposo por confiar en mi y hacerme pasar tan buenos ratos, y gracias a Bala, por demostrarnos que el amor, en el amplio término de la palabra, es lo que mueve al mundo.

Viva México!!!

jueves, 29 de abril de 2010

X: Ideas

A veces tengo tanto sueño que no puedo dormir. Me preocupa, porque siempre he caído fácilmente en los brazos de Morfeo, y mi problema era no saber cuando despertar.
Pero esta noche, no se que tengo por dentro que no consigo bostezar, síntoma de que ha llegado mi momento de conectar con el más "pa'llá"

Aún, a tan solo 3 días de mi regreso de tierras Yucatecas, sigo acumulando todas las imágenes, todos los momentos de lo que aconteció en el barco(probablemente en otro post en breve). Mis amigos, mi amiga, mi familia, las señoras...Cuantas risas, cuantos bailes, paisajes, cuantas confidencias y cuantos abrazos reconfortantes.
Y es que a veces, no es necesario convivir junto a alguien para quererlo tanto, y volver a ponerlo en mi camino, significa muchas cosas. Prefiero definirlo como un "amor atemporal", en el más amplio sentido de la palabra Amor.


Pero creo que lo que más me ha podido revolucionar esta noche, es un comentario de agradecimiento. Simple, humilde, que unido a otros espontáneos, me han dado que pensar. Ante la tremenda y caótica situación del sector donde trabajo, me he dado cuenta que el ser humano, al menos frente a otro, no es tan malvado como parece, pues, detrás de los problemas económicos que pueda haber en el entorno, he hallado un grupo de personas responsables de unos hechos que ya no deberían ser delegados en ellos. Y tras innumerables historias y lamentaciones, intentar sacarles una sonrisa, escucharlos, o visitarlos simplemente, se está convirtiendo en un efecto boomerang y mi trabajo, con una palabra está siendo recompensado.
Porque ya lejos de lo que pudiera parecer obligación, y después de tanto tiempo detrás de un mismo objetivo, siento la "necesidad" de contactar con ellos, y de darles ánimos, aunque sinceramente creo que es la única vez en mi vida que soy tan pesimista, y no le veo un futuro al sector sin que nadie salga dañado.

Los que sois ajenos a las noticias, no entenderéis mucho de lo que puede suponer ver una empresa grande, ardiendo poco a poco, y cada miembro, ser como un vaso de plástico cerca del fuego, que se derrite hasta desaparecer, sin poder hacer nada.
Como siempre, por culpa de una mala gestión, este año, tras 100, estará marcado negativamente.

Nunca habría pensado en que yo pudiera estar dándole vueltas a algo así, ni mucho menos escribiendo sobre ello a estas horas de la madrugada. Pero, a veces, hacen más una palabra, un abrazo, o una llamada "devuelta" que cualquier mejora económica laboral, para seguir pensando en que quiero estar donde estoy.


sábado, 10 de abril de 2010

IX: Mensajes

El local estaba hasta arriba de gente. Viernes, 6 de la tarde, las esperanzas, las alegrías, las ganas de descansar y las desconexiones revoloteaban sobre las cabezas de todos, que con una copa brindaban por el fin de semana que les esperaban.
El humo de los cigarrillos de aquel sitio dónde aún se permitía fumar, envolvía las palabras, las bromas y las risas de la gente. De todos, menos de ellos dos.
Desde hacía bastante tiempo no se habían visto. Mejor dicho, no habían estado juntos. Pero sus miradas lo decían todo. Meses, días, horas y minutos de por medio, otras personas, otros destinos, otras reuniones y jornadas separados, lágrimas y recuerdos cayendo por su propio peso, y regresando con cada imagen mental.

Sus ojos se encontraron en aquel cúmulo de vida ajena, su historia se volvió a unir en la memoria, y una leve sonrisa fue esbozada en su cara. Ella sin embargo, permaneció seria, casi disgustada. Sus ojos gritaban que qué hacía allí ahora, donde ya no era bien recibido. Los de él, suplicaban clemencia, y un "déjame acercarme a ti" por última vez.

Sentir como se araña un corazón con las uñas del amor que pasó, pero que sigue marcando tan intensamente. De la misma forma que saneas una manzana después de mondar y quitarle ese golpe más oscuro que ha sufrido durante el transporte, ya sabes a lo que me refiero. Eso mismo sentía en su alma, como la rebañaba en décimas de segundo.

Pero la sonrisa de sus labios volvío a calar en ella. Era algo que no podía resistir, por mucho que lo odiara. Nadie conocía su historia, por lo que nadie intervino en ese diálogo visual.
Agachó la mirada, cogió su chaqueta, y giró. Salió del local, despidiéndose de la gente con un "buen finde". Y en la puerta, un mensaje: Te adoro, no me dejes morir.

domingo, 4 de abril de 2010

VIII: Campo

Tierras verdes, suaves, húmedas;
Tierras de campos ondulantes, llenas de olivas.
Cielo azul, nubes blancas, leves, como puñaditos de algodón.
Retales de terruños, unos, cultivados, otros, yermos.
Montañas al fondo, lejos, al sur, separando fronteras, separando culturas.

[¿Que hago perdiendo mi tiempo, pensando en alguien que sólo me amaría en otra vida?]

Todo es tan bucólico, tan manso, tan lleno de vida nueva;
tan alegre y simple, tan cálido y tierno.
Poco a poco absorbe los rayos del Sol, dando fruto.

Paisajes de mi tierra, querida en la distancia.
Que me transporta a otra vida, que me llena de recuerdos.
Y me hace sonreír, y me llena de añoranza.
Que me espera con los brazos abiertos, y el alma libre.

[Así te espero yo, sonriente, con mi corazón abierto, con las ilusiones volando, con las ganas de dar fruto y mis labios cantando ]

martes, 30 de marzo de 2010

VII: Besos

¿Cuánto dura un beso? ¿cuánto dura su recuerdo?¿Por qué somos capaces de olvidar momentos únicos que aparecen con el paso de los años, pero recordamos el sabor de unos labios durante toda la vida?
Besos que no se dan se pierden, vuelan, desaparecen, llegan a donde no han de llegar y se confunden.
Besos de amor, besos de pasión, de lujuria.
Besos de cariño, besos filiales, de victoria, de pérdida.
Besos que significan te quiero, besos que delatan y besos de Judas.
Besos blancos llenos de pureza, besos de amistad, besos de compromiso, besos de saludo.
Besos de esquimal, besos entre hombres, beso en la mano. Uno, dos, tres besos... Beso en la frente.

Todos los gestos tienen su significado, pero la marca que puede dejar un beso, es la respuesta más clara que se puede obtener.

¿Cómo describir tus besos?¿cómo describir los míos? ¿tal vez suaves? ¿tal vez cálidos?¿intensos?¿pasionales?¿tiernos?¿sientes mis latidos en tus labios? tal vez dependa de ti, o tal vez dependa de mi. Pero no pasarán nunca. Besos eternos.



sábado, 27 de marzo de 2010

VI: Hanna Candelilla Francelona

Tanto tiempo llevábamos pensando en una escapada, que hasta que no sentimos el sueño de la madrugada en nuestro cuerpo no fuimos conscientes de que nos íbamos de viaje.
Y como los últimos, de los que grabaré en mi mente con cada imagen, cada palabra y cada sonido.
Porque, el aparecer en un autobús camino de nuestro destino, rodeadas de italianos, y que Hanna pregunte: Hace falta marcar el 034 para llamar a mi madre? no tiene precio.
Mi respuesta: Hanna, estamos en España!
Y es que, entre la cantidad de extranjeros, la lengua, y el ambiente, confundimos la ciudad con Francia, así que, decidimos pensar en nuestra propia ciudad, y llamarla Francelona.
Al fin y al cabo, los días que estuvimos allí, puedo entender el caos de mi amiga, pues nos juntamos, una de Madrid, una de Jaén, dos mitad de Granada mitad de Jaén, y uno catalán de ascendencia cordobesa. Por no hablar de los nativos franceses....
Momentos como ese, o como ver la cartelera y volver a decir: Anda, aquí también echan las pelis en español.. y que el kiosquero mire con cara rara.. y yo me empiece a reír en mitad de la calle, son los que son dignos de que pasen a la posteridad.

Lo pasamos genial, disfrutando de una agradable compañía que nos enseñó lo mejor de Barcelona, paseando en un descapotable, en plan retro, visitando nuestro barquito, escuchando las canciones de nuestras vacaciones, y fotografiándonos sin ton ni son.
Cenamos en un sitio estupendo, mezclando comida italiana, con mexicana, china y lo mejor de todo, sentados en plan árabe. Y copeamos en un sitio que parecía haber sido elegido para mí, donde, entre otras historias, hablamos de los caballos de Buitrago que parecían burros peludos, de Cela.

El sábado, después de ver nuestra "casa flotante" , decidieron llevarnos a lo más alto de la ciudad, al Tibidabo, dónde asombrados, vimos como la gente se montaba en lo más soso que puede tener un parque de atracciones: una avioneta que solo da vueltas alrededor del mismo eje. De ahí, el nuevo dicho: eres más inútil que la avioneta del Tibidabo...Aunque también pudimos mirar la ciudad por un telescopio al revés, que es como mejor se ve, y hablar de boda, y de sitios infinitos.

Luego, como buenos chicos, a descansar para tomar fuerzas y darlo todo por la noche. Vaya si lo dimos. Algunos, más que otros, pero eso queda en pacto de caballeros y caballeras. Pero, cantar sevillanas en el coche, sin la capota, a las 5 de la mañana, y colocarnos correctamente cada vez que pasaba un coche de los Mossos, no tiene desperdicio. Sobre todo, cuando nosotros lo hacíamos con el coche parado. Y desayunar nuggets de pollo del Mcrrata, después de la prueba de "prevención de alcoholemia" (que digo yo, que si es prevención, por qué te la hacen después de beber?), son cosas que sólo hacen gracia cuando tu vas ahí.

El resto de cosas, como los paseos, las frases, los chistes, los besos, las fotos, los bailes, los mejillones al vapor, las flexiones en el suelo, el chachachá, Francisco Alegre y Olé, el minero, el Meme, las amadoras y el Kulikitaka, los abrazos, el metro al revés, Liceu, las pirámides de gente, el mercado de las flores de las Ramblas, la Catedral del Mar, el sombrero de Jose, el culo del coche de Dani, el primo V. de la terraza, que ni era primo ni nada(pero que nos veremos en una barbacoa)el taxista que piensa que debo dar buenos bocados, y las otras cientos de cosas que vivimos, quedarán en nuestra mente, en nuestras fotos, y en las sonrisas que esbozaremos, cada vez que hablemos de ello.

sábado, 13 de marzo de 2010

V: Machaquita

Era la mitad de una entera, una rubia, otra morena. LLegaron al mundo pero su destino estaba muy marcado, y sólo ella consiguió sobrevivir. La "Rubica" logró pasar las calamidades, pese a ser la más desfavorecida, ya sabeis, siempre hay alguien que se lleva la mejor parte.

La infancia, dura, como todos en esa época, pero feliz por la multitud de amor que recibía por todas partes. Aunque la guerra marcó su juventud, nunca perdió la jovialidad y la inquietud de descubrir, de aprender, y de ayudar a quién se lo pidiera.

Era un bicho, y hoy en día pese a sus 88 años, lo sigue siendo. Bromeaba con todo el mundo, le daba igual si era el alcalde o el médico del pueblo; el caso es que siempre se hacía notar y conseguía sacar una sonrisa de los labios del más serio del mundo.

El amor le acompañó durante mucho tiempo, pese a ser la más pequeñita de todas, como siempre ha dicho, entre las guapas se paseaba. La cuestión fue que consiguío al más guapo forastero que rondaba aquellos lares. 7 años de novios, mucha espera pues la misión había que cumplir, y una vez casada, tampoco fue un buen inicio pues tendría que hacerse cargo de otra persona más.
Pero todo lo llevó adelante, con la cabeza bien alta. Tres niños, tres, entre ellos, la que me dió la vida. Y a la edad de dos años de la pequeña, de nuevo el sufrimiento de la lejanía. Él, Diego, marcharía muy lejos, en busca de la prosperidad, así que con más trabajo aún, y una rectitud en la educación, consiguió sacar todo adelante.

Cuando yo vine al mundo, mi abuelo había muerto meses antes, dejando un recuerdo confuso en la familia. Fue un gran hombre, aunque quizás le sobró hombría.
Así que yo me planté en su vida. Mis recuerdos con ella, infinitos. Dicen que desde que me quedé en su casa con un año y poco, marqué el inicio de una gran relación.

Todos los pensamientos que se me vienen a la memoria, en el pueblo, durmiendo con ella, con las vecinas, las croquetas, las tortas de masa de aceite, las historias que tantas veces nos contaba del cortijo, los cuentos, su petición de los seis millones, tienen que ver también con la imagen de una pequeña gran mujer, con mucho carácter, exigente, pero altamente sociable, cariñosa y muy buena. Religiosa a más no poder, tanto, que ahora el ver que no recuerda como se reza un rosario, me duele mucho.

Los años no pasan en balde, y aunque físicamente firmaba por llegar a estar como ella, su memoría se va diluyendo con el tiempo, frente a los ojos de los que viven con ella.
Siempre he pensado que las personas buenas tienen un reconocimiento cuando abandonan el mundo. Yo no quiero que lo abandone, pero si quiero dejar escrito antes de que esto llegue a ocurrir lo mucho que ha significado para mí, mis hermanos y mucha gente que la conoce, y lo mucho que la queremos. Porque "la Antonias" como le decimos siempre bromeando, ha sido nuestra segunda madre y porque no habrá un día que no me acuerde de ella.

martes, 9 de marzo de 2010

IV: ¿Cuando?

¿Cuando fue el día que me dejaste de querer?
¿Por qué decidiste que lo nuestro había acabado de forma unilateral?
Yo te seguí amando con todas mis fuerzas.
Pero tú ya estabas lejos,
tan lejos de mí,
tan distante.

¿Cuando te diste cuenta de que me necesitabas?
¿Por qué me llamabas una y otra vez,
si tu voz era muda, si mis oídos eran sordos?

Pero yo te seguí amando, amando con todas mis ganas.
Y ya estaba lejos,
tan lejos de ti, tan distante.

¿Cuando sentiste que no podías no quererme?
¿Por qué no pude olvidarte y encontrar un nuevo amor?
Tú me mirabas, yo te miraba.

Pero estábamos tan lejos,
tan separados, tan distantes,
que sólo el recuerdo nos unió.


domingo, 7 de marzo de 2010

III: O sea!

A veces confundimos la clase y la elegancia con el pijerío. A veces, nos pensamos que por llevar a juego un bolso con unos zapatos y que además queden bien con la falda, papá nos lo compra todo.
Y cuando te metes en una sala como la de anoche, donde los "lunnis", sí, al menos tienen 18 años, pero no por ello adultos, recién salidos del folleto de H&M cuanto menos, bailan y pagan copas a 15 euros, piensas ¿y a mí me dicen pija?

Esta palabra, que va ligada a una clase social acomodada,y normalmente de derechas, resulta que podríamos aplicarla hoy en día a casi toda la sociedad que presume de lo contrario, porque, que importa que lleve los pantalones cagados y zapatillas enormes de colorinchis, si se está gastando 200 euros en cada prenda.

El que pueda hacerlo, me parece estupendo, mira los famosos como derrochan cienes y cienes de eipos en cosas tan estúpidas como unas bailarinas. Pero, no presumas de que no eres así, porque no lleves un cinturón con la bandera de España, o tu polo, sea de DC en vez de Lacoste, cuesta lo mismo.

El pijerío es una actitud, que muchos aptos, niegan tenerla.


martes, 2 de marzo de 2010

II: Somos lo que nos rodea?

Vibra el despertador del móvil, una vez, otra, repetir,no quiero....mi subconsciente que me grita: c'mon nena! Wake up! (Es que lo tengo en modo inglés para ir aprendiendo) y cuando por fin consigo poner un pie en el suelo, me doy cuenta de las ganas que tengo de volver a irme de vacaciones.
Con mi caraja matutina, la normal, me dirijo al baño, me hago una coleta y con agua fría me lavo la cara para espabilarme. Tras mirar el jabón,empiezo a hilar la siguiente historia:
¿Os habeis dado cuenta que si el CSI nos analizara se volverían locos?Os habeis dado cuenta la cantidad de porquerias que lleva todo y la mezcla tan absurda de ingredientes, que ya no se si es invención del marketing, o que realmente la química de la higiene personal es peor que la cocina del El Bulli?

Resulta, que si me tuvieran que analizar, encontrarían en mi boca microcristales con xilitol que envuelven mis dientes y a su vez los blanquea, que ya puestos, podría tener extractos de cal que es lo que siempre se ha utilizado para blanquear y es más de mi tierra.
Con mi pelo, tendrían la duda de si momentos antes del análisis estuve rodeada de mariposas, o buscando ostras en el mar, porque el champú tiene componentes de seda y de perlas (en este caso, creo que no son de Mallorca) para darle más suavidad. Pero, no contenta con eso, pensarían que además lo de la búsqueda de ostras lo hice envuelta en orquídeas y rosas... Ya me veo yo, saliendo del mar cual Venus de Botticelli...Pero, es que lo peor no es eso, lo peor, es cuando coges el paquete de servilletas higiénicas, y lees que te estas limpiando (discúlpenme la expresión)el culo con margaritas del campo, ya que por lo que se ve la camomila es estupenda para no irritar.

Una vez aseada, o no, ya no lo se, me dirijo a la cocina. Aqui ya si es para fliparlo. Porque coges la leche, y te das cuenta de que aquello que te enseñaron en el cole, de que la leche la producen los mamíferos, es mentira!! Tu puedes plantar un campo de soja, que si la arrancas con cariño, y la mezclas con agua, te da una leche que es la caña!Luego, para acompañar el desayuno, me sirvo un vaso de zumo de naranja. Ojo! Recién exprimidas, procedentes de Valencia y sin azúcares añadidos! No sabía yo que disponía mi frigorífico de un chino interno que me prepara el zumo todas las mañanas. Para activar mis defensas, resulta que tenemos que beber una cosa con un nombre muy raro, lleno de bichos, que destruye las bolitas azules que atacan a nuestros organismos. Creo que me perdí ese capítulo de La vida es Así. Pero lo mejor, es el bollito: bizcocho con crema de cacao, elaborado en una fábrica que utiliza huevos y leche descremada, y que además puede contener trazas de frutos secos: esto es lo mejor, porque no te dicen si lleva huevos, sino que allí en la nave, los operarios trabajan con mucha energía, que toman leche desnatada para desayunar y que cuando se ponen a comer cacahuetes o pipas, es posible que las cascarillas se les derramen en la olla de la masa.

Ya con el barullo de ingredientes tanto externos como internos en mi cuerpo, me da por mirar los productos de limpieza. Resulta que el suavizante de mi ropa es temporal, lo hacen solo para utilizar en verano, porque dicen que el olor a azahar es veraniego. A mi, el verano me recuerda al cloro de la piscina y a barbacoa, pero creo que no sería correcto ni comerciable poner en la etiqueta: Mimosin,Tierno y Rústico siente el olor a choricillo y espeto.

En el lavavajillas, las crystal powerballs limpian mis platos... Lo raro es que no salgan rotos, porque yo lo de "balls" con el menaje, me suena a: niños!dejad de jugar con la pelota que le vais a dar a la porcelana!

El fluflu de la grasa, lleva naranja y vitamina C, que debe ser buenisima para quitar los churretes del aceite. El limpiacristales, esencia de flores, pero silvestres, eh? Nada de geranios! El fregasuelos, huele a pino y limón, que con esto de que los únicos pinos que veo son de plástico, no se si olerán así de verdad o no. El ambientador huele a Nenuco, que tengo un empacho a niños en el salón que ni te cuento. El WC me da miedo porque creo que el Pato ese un día me va a pegar un picotazo en el mismísimo. Hasta mi bendito Fairy ha sacado su V.2.0 con cactus y aloe vera para cuidar mejor tus manos! ¿¿Como??¿con los pinchitos de la planta?Yo que pensaba que era mejor que las infulíneas esas para adelgazar, el milagro antigrasa, hasta ésto me decepciona!

Como veis, estamos rodeados de cosas totalmente absurdas, pero saco de ello dos conclusiones: por un lado, un aplauso al marketing de productos cotidianos que se inventa lo que sea para vender, y por otro lado, no me dejeis nunca que os haga la cesta de la compra, porque probablemente, os acabeis bebiendo el quitagrasas de naranja para desayunar, comiendo el suavizante de la ropa para tapear untado en una servilleta con olor a pan, junto con las ostras del champú, los bollitos con cacahuetes para acompañar la cerveza, la pasta de dientes para limpiar los cristales, y los L-caseinmunitas luchando con las balls del lavavajilllas contra el pato del váter.

Por cierto, la tierra de los tiestos dicen que es un vigorizante estupendo.Creo que con un poco de nata está muy rica. Ahí os lo dejo caer.

viernes, 19 de febrero de 2010

I: Al compás

Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis....tumbao...un, dos, tre...ejem... perdón, perdón... estaba bailando, antes de que te presentaras aquí, de nuevo, sin avisar.....

Sí, ya se que me has echado de menos, que querías volver a leer por pura curiosidad mis anécdotas raras...Bueno, pues ya empiezo a tener motivos de nuevo, y por tanto, cosas que contarte.

Entre ellas, no te miento si con esta breve introducción te digo que me paso todo el día "bailando mentalmente".Que cómo se hace eso? fácil. Tú, y normalmente todo el mundo, te levantas pensando...puf, que no quiero trabajar.....quiero quedarme más aquí en la camita, con lo "agustico"(n.) que estoy...Pero, yo, aunque también pienso eso, me enchufo desde temprano música latina. Sí, podrás pensar que estoy grillada, pero yo que me considero melómana, absorbo toda la energía que transmite y mis días, comienzan con una sonrisa en la cara, moviendo las caderas, y pensando en coreografías que montar para sorprender en la pista de baile. Por no hablarte de mis semanas, ya que los martes, invierto parte de mi presupuesto en aprender este arte; así que los lunes, se me hacen muy breves, los martes, deseados, y el resto de la semana, se pasa volando.

Nos dijeron el primer día, que la gente que suele bailar es abierta, tiene un carácter especial. Yo, no sabría definirme muy bien, y decir si es así o no. Sólo se que llevo el compás en mi vida, de todo lo que hago. Me refiero, a no dar traspiés en mis acciones, a "montar coreografías" bien sola, bien acompañada, a no dar pasos de salsa cuando lo que tengo presente es un 4/4 de bachata.
No es fácil, pero para eso siempre tienes un guía que te enseña, y siempre está la opción de ensayar primero antes de salir al escenario. Porque, aunque haya días que me apetezca el estilo libre, tengo que saber que no puedo invadir el espacio de los que bailan conmigo en esta misma pista. El problema surge cuando los demás bailarines, se mueven dando codazos sin ton ni son. Pero, la solución es fácil: recoge tus cosas, cámbiate los zapatos, sal de la pista y que bailen solos... cuando se den cuenta, ya pararan de hacer el ridículo.

(n.): agustico/A gusto: es una palabra que no existe, pero la he hecho mía

Por cierto Conde, mejor los ojos oscuros



viernes, 12 de febrero de 2010

Señales

No me he ido, sigo viva, todo bien.
Ando enfrascada en ordenar todas las ideas y hacer algo que siempre he querido. No por ello he dejado de escribir, pero ahora, lo hago en un papel, esperando y guardando la distancia prudencial entre lo necesario y lo cansino.

Aunque he recibido todo tipo de comentarios, sigo igual que siempre.
Poco ha cambiado mi vida en un mes, o quizá, puede ser que si haya dado un giro, e incluso haya vuelto a tener momentos bastantes bonitos.
Pero como os digo, merecen ser contados a parte, en condiciones, acompañados de su musiquita, como siempre.

A decir verdad,lo echo de menos, pero, se me acumula el trabajo!

Mientras tanto, podéis seguirme por otros medios.

Candelilla Wax 'll come back!





jueves, 7 de enero de 2010

Epílogo

Por fin me encuentro en mi casa nueva. Sola, mientras escucho a Nina Simone en un ambiente totalmente calmado. En la calle nieva, lleva así todo el día, y aunque es un fastidio, es bonito ver mientras cae, con una taza de té en la mano. Poco a poco me acostumbro a este hogar, a tener salón y unas bonitas librerías blancas, y vistas a un jardincito al cuál accedería con un salto. La ducha de hidromasaje no está nada mal, por cierto.

Las Navidades ya han pasado, las fiestas, la familia, los niños, las compras y los Reyes. Han pasado también los días de culto, las celebraciones y los compromisos.
Frente al agobio mental que tenía, físicamente ha sido un periodo de lo más relajado, con tanta fiesta de por medio.

Los enfados, parcialmente también, aunque ya nada es lo mismo, ni lo será. Pero, si algo me quedo de lo que me han enseñado, es que no tengo por qué hacer mal a nadie. Otra cosa, es que haga el tonto o pierda mi tiempo.

Me han hecho sonreír estos días bastante, y con eso me quedo. Con el cariño de los que realmente me quieren, estén o no cerca de mí.

Así que espero un 2010 con los brazos abiertos, y sin duda, lleno de cambios. Año nuevo, vida nueva. ¿Amores nuevos?Puede ser... ahora, llaman a la puerta.





P.S: Lo se, he dicho Nina Simone, pero no encuentro esta canción cantada por ella, así que os dejo la versión de Fitzgerald