Otra vez, esa presión en el pecho, ese llanto incontrolado. Esa mirada en el espejo, incomprensible mirada.
De nuevo esa sensación de haberlo vivido, de haberlo sufrido antes. Y nada, no hay solución. Sigo sin encontrar ese abrazo que tantas veces me mecía de pequeña. Sigo echándolo de menos. Sigue doliendo perderme cada noche sin un beso. Es, era el único consuelo.
De los actos que soy responsable, doy la cara, por mucho que me cueste. Me convierto, dejo de ser yo, hasta que en una batalla que yo inicio, es el enemigo el que se deja ganar.
Me han apuñalado hoy, donde más me dolía. Y yo estoy anestesiando poco a poco a quien da todo por mi.
La vida es tan injusta a veces. La vida duele tanto.
Otra vez esa maldita sensación de déjà vu.
1 comentario:
ánimo bonita! por lo menos ahora ya sabes de qué palo viene esa persona y la próxima vez no te pillará desprevenida!
un beso
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